Esta propiedad es perfecta para quienes buscan algo especial ya que conserva la auténtica esencia ibicenca de cuando fue construida. Los techos son altos y los espacios abiertos y luminosos.
Al entrar nos recibe un luminoso salón con techo de gran altura y una espectacular chimenea acristalada, una cocina renovada y equipada, un dormitorio doble con salida a la terraza trasera y un cuarto de ducha.
Subiendo las escaleras encontramos el segundo dormitorio con vistas a la montaña, un cuarto de ducha y una galería, ideal para convertirla en oficina o zona de descanso.
Las ventanas son de PVC blanco con doble cristal y tiene aire acondicionados en los dormitorios. Le pertenece 2 plazas de parking.
Debido a la ubicación dentro del complejo, está prácticamente rodeada de naturaleza lo cual asegura la tranquilidad y el silencio inclusive durante los meses de verano.
El complejo residencial está completamente cerrado y tiene puerta de apertura automática para coches. Actualmente se están renovando los caminos comunitarios y colocando iluminación exterior respetando el estilo de la zona.
La playa mas cercana es Cala Serena y se encuentra a tan solo 150 metros. Otras playas son Cala Ferrera, Cala Mitjana y Cala Sa Nau. Durante los meses de verano en la zona hay un supermercado abierto, un restaurante y una escuela de buceo.
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